Ir al contenido principal

De puntillas

                                

Siempre te he querido. 
No hay sensación mas sincera que esa
y no existe otro verbo que no sea el querer tenerte. 
Sonreír.

Abrazarte y sentir que todo estaba bien. 
No me notaba segura si no tocaba tu pelo. 
Y no quería irme de ti, 
Y no quería que te fueras.

Quisiera volver a sentir tus brazos, 
que seas mi almohada y, 
como solías hacer, 
perder tus dedos por mi piel. 

No recuerdo como era tener que ponerme de puntillas para besarte, 
Tampoco recuerdo tu respuesta,
Pero recuerdo el soñar bonito cuando te tenía a mi lado
y ahora nadie me ayuda a dormir.



El evocar de tu sonrisa me hace llover. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Unicornio

Quién tuviera la llave para quedarse a vivir en tu corazón, O en tu mente, En algún resquicio de ti, donde se esté calentito, eso sí. Hablamos muchas veces de madurez... Aprendí que una persona madura es aquella que no exige, sino que prefiere. ¿Tú exiges o prefieres? En realidad, solo podemos disfrutar de lo que podemos prescindir. Las malas noticias llegan solas, sin que hagas nada, Sin embargo, las buenas, solo les llegan a aquellos que se embarcan dispuestos a naufragar. Naufraga "X", mas nunca fracasarás. Porque el miedo es eso que te pasa cuando estás apunto de hacer lo que tienes que hacer. No puedes morir esperando a vivir. Necesito que sepas que me siento alguien si pienso en ti, Sentirse alguien es importante porque, normalmente, no siento ser nada. Pero estoy aquí, Estoy para la gente, Para quien me haga daño y para el que no. Eso me da igual. Estoy para ti, Para reír contigo, Para abrazarte, Para verte crecer como llevo...

Ansiedad

                                              Siempre está esa mano. Una mano que te agarra el cuello y que te aprieta fuerte.  Lo peor de todo es que no te mata, solo te deja sin aliento, solo te causa esa sensación de morir, pero nunca mueres.  Te falta el aire.  A veces esa mano se va, desaparece, pero después siempre vuelve a saludarte. Hola fiel amiga, vuelvo a ser tu dulce agonía. Y así puedes pasarte toda la vida, porque dicen que tienes que elegir. Te preguntas dónde está tu fuerza para poder salir, ponerle fin, POR FIN. La desesperación te llega, igual que la mano, pero esa si que se queda. Te hace compañía, terminas harto de ti, acabas entre llantos de guerra, que de hecho solo tú entiendes.

El hombre en busca de sentido

                                          En primer lugar, es un impactante y recomendable libro para leer. Esta obra, cuenta cómo es la vida en un campo de concentración desde la perspectiva de un psicólogo, Viktor Frankl, pues es este el que lo escribe. Personalmente me ha chocado su forma tan real de contarlo. Es un tema que tengo un gran interés en él, he visto películas, he leído libros, pero ninguno como este. El síntoma característico de la primera fase en un campo de concentración es el shock inicial. Las condiciones, el no saber, en definitiva, algo profundamente duro por la incertidumbre de la situación. Llama la atención como los reclusos se terminaban acostumbrando, y es donde el prisionero, en esta primera fase del shock, perdía el temor a la muerte. Se reflejaba apatía que a lo único que llevaba era a una muerte emocional. La muerte emocional es muy dura, es vi...