Siempre me acuerdo de tí cuando menos tengo que acordarme,
Llevas conmigo mucho tiempo y cada vez pesas más.
Parece que la gente no lo entiende ¿verdad?
Que eres un mal bicho del campo,
Y piensan que puedes saltar en cualquier momento.
Es cierto.
Hay un montón de rocas aplastándonos,
Con suerte conseguimos respirar,
Sí, he dicho con suerte.
La suerte de tener un pequeño hueco donde coge nuestro
presente,
Nuestra familia, nuestros amigos...
Hay un montón de rocas encima de nosotras,
En
todos estos años he aprendido que no importa cuántas tengas encima.
No tardarás menos en salir de ahí,
Tampoco vendrá nadie a rescatarte
Porque no pueden.
Es cierto.
En las rocas a veces se pasa frío ¿no es así?
Y te dices, “joder, con lo a gusto que estaba ayer”
De repente; frío.
No lo entiendes, no lo entienden y no lo esperes.
El frío cala tus huesos y hace disminuir tu agudeza,
La que sueles demostrar cuando te da el solecito y no se
está tan mal con un trillón de piedras encima.
Con el frío no ves, parece que estás sola,
Que en ese huequito ya no hay nadie,
Que solo estás tú contra la soledad… y el frío.
Es cierto.
¿Quién te ayudará ahora?
Si no puedes levantarte, no puedes moverte,
(¿Te cuento un secreto?)
Ellos siguen estando,
Es tu cólera, que no deja ver que están más que nunca.
Quien te piense ya te está sintiendo,
Y yo, te siento.
También siento lo que sientes,
Una incomprensión que atraviesa límites.
Sigues atrapada en las rocas,
Se supone que lo que hace a una persona ser alguien es
llegar a la cima.
Yo no lo creo,
Es mas quien aguanta el peso de todas ellas justo encima de
su cabeza.
Es algo así.
Los desórdenes mentales no son divertidos. Eres tu propia
cárcel y no sabes qué hacer porque ahora ya no eres persona, ahora eres unos
barrotes. Ni siquiera puedes hablar. Te castigará tu mente por tus actos, y
parecerá que es una locura infinita de la que nunca podrás dejar de sentir. No,
quizá no se pueda dejar de sentir. Aunque ya seas persona. Lo sentirás. En tu
corazón habrá miles de arañazos, en tu mente cráteres como lagos gigantes… Pero
la locura infinita ya no será tan infinita.
Y si sigues estando entre las rocas,
Si te quedas ahí para siempre,
Lo que pasará es que solamente los de verdad estarán
Haciéndote compañía,
Viviendo momentos,
Enseñándote todo un mundo.
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