Puede ser que mis pensamientos no tengan sentido, que no tengan lógica y que no tengan solución. Puede que falte una incógnita y que necesite protección. Puede ser que los susurros vengan a visitarme por las noches... y también se hayan acostumbrado a visitarme por los días, convirtiendo mis noches en sueños y mis días en pesadillas. Puede ser que nadie entienda mi pensar, o que se rían al contar que no soy más que una mota de polvo que ni siquiera roza el suelo y que lleva el viento, a veces tan alto que hace frío y quiero abrigo, aunque sea solo el de las sábanas de mi cama. Puede ser que todo sea por algo, que algo sea por todo, o que nada pueda ser.