No. No estoy preparada. En realidad no lo estoy para nada en la vida. Mejor dicho, ninguno lo estamos. No, no lo estamos. A pesar de pensar que sí una y otra vez. Cuando llega el momento, dolor. O sorpresa. O lágrimas. Y da lo mismo cuánto y de qué manera hayas estado preparándote para ese gran momento. Porque no servirá. Nos empeñamos en perder el tiempo. Eso se nos da muy bien. Creándonos falsas expectativas, eso sobre todo. El ser humano es tan tonto... ¡perdemos el tiempo! Y la vida con ello, por cierto. Haces un examen. Te sale mal. Piensas que te ha salido mal y que vas a suspender, pero resulta que, cuando te dan la nota del suspenso totalmente esperado con anterioridad, inmediatamente te sientes mal. Joder, si sabías que ibas a suspender. ¿Qué esperabas? ¿Que un hada cogiera un bolígrafo y se pusiera a hacer tu exam...